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Magnetoterapia para
Celulitis

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Celulitis: cómo tratarla con magnetoterapia

La celulitis provoca un trastorno de las fibras flexibles y colágenas, y una pérdida de elasticidad y calidad de la piel. Se genera un almacenaje de grasa subcutánea y reduce la microcirculación de la sangre oxigenada. El resultado son cambios degenerantes del tejido conectivo, cambios fibróticos y un aspecto de piel de naranja. El trastorno de la microcirculación lleva al siguiente almacenaje de metabolitos y al trastorno gradual del flujo linfático.

Tienen una mayor tendencia a la celulitis las mujeres que padecen de estreñimiento, de trastornos del funcionamiento del hígado y de los riñones, trastornos de circulación sanguínea y linfática. Se ha probado una relación entre la aparición de las venas con varices y la celulitis. El tratamiento de las venas varicosas debería prevenir el de la celulitis.

En las mujeres con esta tipo de enfermedad influyen, aparte de los hábitos perjudiciales alimenticios y falta de ejercicio, cambios hormonales y asimismo el tabaquismo.

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Uso de la magnetoterapia para la Celulitis

Estimulando la microcirculación de sangre cargada de oxígeno, la magnetoterapia pulsátil de baja frecuencia provee la sangre oxigenada en el área expuesta y, merced a su efecto desintoxicante, ayuda a quitar los metabolitos de la piel y del subcutáneo.

El resultado es una piel con mayor firmeza y más flexible. Este efecto se emplea para combatir no solo la celulitis, sino asimismo las arrugas. Se aconsejan los programas vasodilatadores y curativos, o sea los estimulantes. El tratamiento se puede complementar con el consumo de agua magnetizada y con aplicaciones en la zona del hígado para alentar la desintoxicación de todo el organismo.

Modo de aplicación

Aplicar frecuencias vasodilatadoras y estimulantes (cincuenta-ochenta y uno Hz) usando aplicadores planos o bien solenoides en las zonas de la piel perjudicadas y el hígado. Es posible alternar con frecuencias de veintiseis-cuarenta y cuatro Hz.